El gel íntimo es un jabón vaginal que tiene la función de asear y mantener una correcta higiene vaginal. Mucha gente no los usa de forma habitual, sin embargo, existen muchos beneficios ligados a su uso, y el más importante es que conserva tu salud íntima.

Es importante tener en cuenta que la zona íntima requiere de cuidados especiales, ya que es susceptible de presentar infecciones. Además, este tipo de productos son específicos para cuidar la flora vaginal. De hecho, hay geles que están especialmente fabricados para contribuir en la limpieza femenina durante la menstruación, en el día a día, etc. En este sentido, es importante destacar que el jabón íntimo es especial, ya que no contiene colorantes y ayuda a mantener estable el pH vaginal.

 

Beneficios del gel íntimo para la salud vaginal:

  • Previene las infecciones bacterianas
  • Evita la reproducción de gérmenes
  • Disminuye los malos olores
  • Previene irritaciones o el prurito
  • No afecta la acidez natural de la vagina
  • Te hace sentir segura y limpia en todo momento

 

¿Por qué no usar un jabón corporal en la zona íntima?

Los jabones o geles corporales cuentan con características idóneas para cuidar la piel del cuerpo, pero no para la zona vaginal. De modo que, al usarlo en esta zona, puede verse alterado el pH y su acidez, y afectar la flora bacteriana, ocasionando así, gérmenes e infecciones.

 

¿Qué jabón íntimo es más recomendable?

Los geles íntimos deben contar con algunas características para que realmente sean efectivos al lograr una correcta higiene femenina:

  • El gel debe contar con ácido láctico para mantener el pH vaginal
  • No debe contar con perfume o colorantes fuertes
  • Debe contribuir a neutralizar los malos olores
  • Un buen gel debe contar con nutrientes naturales que potencien efectos anti-irritaciones, frescor y suavidad en la zona genital

 

¿Cuándo usar el gel íntimo?

El gel íntimo puede usarse a diario en el momento de ducharse. Ahora bien, existen situaciones específicas que exigen limpiar con más cuidado la zona, por ejemplo: después de tener una relación sexual, durante la menstruación, etc.

Usarlo es muy sencillo: solo se requiere tomar una pequeña cantidad en la mano, humedecer la vagina y enjuagar externamente con abundante agua.

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