Protección solarCon la llegada del buen tiempo, muchas personas comienzan a tomar el sol de forma consciente y constante. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la exposición a los rayos solares debe realizarse con moderación y de manera gradual. Por eso, los especialistas insisten en la utilización de sombreros y gafas de sol y recuerdan que las cremas y el protector labial con Factor de Protección (FPS o EPF) son primordiales para mantener una buena salud cutánea.

 

Además, en esta época del año, la piel es mucho más vulnerable, sobre todo la de los niños pequeños, y existen más probabilidades de sufrir quemaduras en las primeras exposiciones. Esto se debe a que todavía el cuerpo no se ha expuesto lo suficiente al sol y el organismo no ha tenido tiempo de producir el pigmento endógeno que confiere protección natural: la melanina. La piel blanca (indefensa) necesita más protección después de pasar el invierno a cubierto, bajo capas de ropa.

Cabe recordar que, aunque los síntomas de la quemadura solar se resuelven a corto plazo, la piel tiene memoria y los daños cutáneos son permanentes. Las quemaduras por exceso de sol que se sufren en la infancia y en la adolescencia suelen manifestarse en la edad adulta en forma de melanoma.

Para minimizar el riesgo de quemaduras en primavera es conveniente empezar a tomar el sol de forma gradual, sin olvidar las normas de fotoprotección durante las actividades al aire libre, además de llevar a cabo las siguientes pautas:

  • Protegerse de la exposición solar y evitar exponerse al sol durante las horas centrales del día.
  • Utilizar indumentaria para proteger la piel con gorras, viseras, sombreros, pañuelos, gafas de sol y camisetas.
  • Utilizar fotoprotectores solares que deben aplicarse antes de salir de casa, media hora antes de exponerse al sol y en cantidades generosas y repetir la aplicación tanto como sea necesario (por exceso de sudoración o para prolongar el tiempo de exposición). Los primeros días deben utilizarse índices más altos y adecuados a cada fototipo de piel.

También es importante:

  • Revisar lunares, manchas y pequeñas imperfecciones.
  • Seguir una alimentación apropiada, rica en verdura y fruta, limitando las grasas de origen animal.
  • Tener en cuenta los hábitos tóxicos, como el tabaco, el alcohol y otras sustancias, que perjudican el equilibrio y las funciones de la piel.

¿No sabes cuál es la FPS adecuada para tu tipo piel? ¡No te preocupes! ¡Consúltanos y te ayudaremos a elegir la adecuada para ti!