La dermatitis seborreica es un tipo de eccema endógeno, es decir, no desencadenado por agentes externos. Las localizaciones más frecuentes de este tipo de dermatitis son aquellas donde existen un mayor número de glándulas sebáceas: como el cuero cabelludo, la región mediofacial, los lados de la nariz, detrás de las orejas, en las cejas… Además, puede afectar tanto a adultos como a niños/as y lactantes, surgiendo generalmente en aquellos periodos de la vida donde hay una mayor actividad sebácea a consecuencia de un estímulo hormonal.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los más habituales son:
- Escamas en la piel.
- Prurito.
- Enrojecimiento leve.
¿Cómo se trata la dermatitis seborreica?
Hay una serie de medidas generales higiénicas, como evitar las duchas con agua muy caliente, los ambientes con calefacciones centrales o aire acondicionado o las situaciones de mayor estrés emocional o fatiga. Para la higiene diaria deben de utilizarse jabones neutros hidratantes y cremas y/o lociones hidratantes no grasas. Según el grado de afectación, será necesario tratarlo de forma local con productos específicos disponibles en farmacia.
¿Cuál es su pronóstico?
La respuesta al tratamiento es muy buena, pero es necesario saber que se necesitará un tratamiento de mantenimiento, ya que la enfermedad persiste de meses a años, evolucionando a veces a brotes, mejorando en las estaciones más cálidas y empeorando los meses de frío y en las situaciones de fatiga y estrés emocional.
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