Las zonas de nuestro cuerpo más expuestas al aire libre son las más perjudicadas, sobre todo aquellas más sensibles a las bajas temperaturas y, por tanto, las más afectadas: manos, labios, cuello, escote y mejillas.

Para proteger las manos:

Con el frío, las manos se resecan, deshidratan y pueden incluso llegar a descamarse. Para cuidarlas, tienes que:

  • Utilizar guantes.
  • Evitar prendas de lana, usando ropa de algodón como alternativa, ya que es menos irritante y molesta para la piel, especialmente cuando tenemos las manos secas.
  • Usar agua tibia para lavarse las manos, ya que el agua caliente provoca que la piel pierda humedad y aclarar bien con agua fría, para cerrar los poros. También es importante secarla con suavidad, sin frotar demasiado, para respetar la epidermis.
  • Aplicar cremas de manos hidratantes durante el día y antes de ir a dormir, para evitar grietas y sabañones o perniosis.
  • Exfoliar las manos una vez a la semana para ayudar a regenerar la piel.

Para aplicar bien tu crema de manos te recomendamos frotarla y masajearla alrededor de los dedos y las cutículas y llevarla siempre encima, así podrás usarla en cualquier sitio y en cualquier momento.

 

Para proteger los labios:

La piel de los labios es delgada y delicada, y se seca unas diez veces más rápido que el resto de la piel de la cara, por lo que requiere de un cuidado especial: aplicar emolientes, como la vaselina, o cremas hidratantes labiales, varias veces al día.

Para mantener la suavidad de los labios y evitar que se pelen, agrieten y resequen:

  • Evita lamerte los labios, ya que la saliva provoca mayor sequedad.
  • Mantén una buena hidratación para mantener la humedad y curar las grietas. Los productos con vaselina, aceites esenciales o glicerina son los que hidratan más y mejor.
  • Utiliza protector solar, especialmente si vas a la montaña.
  • Evita los bálsamos que contienen productos químicos, ya que pueden dañar, resecar y empeorar los labios.
  • Si los labios están pelados o descamados usa un bálsamo que repare, calme y sane los labios.
  • Evita el exceso de calor y los cambios bruscos de temperatura.
  • Aplica un bálsamo para los labios antes de acostarte. 
  • Utiliza bufandas, pañuelos u otras prendas que los protejan cuando salgas al exterior.

 

Ahora que ya lo sabes, recuerda aportar un extra de cuidados para equilibrar los daños de las inclemencias del tiempo en las manos y los labios, ya que son zonas que están altamente expuestas y un poco más olvidadas en las rutinas de cuidado diarias, y ante cualquier duda o problema, ¡no dudes en acudir a tu dermatólogo!