Aunque la exposición al sol la vemos como una forma de embellecer con el bronceado, sus efectos sobre la piel son muy perjudiciales, ya que se crean daños en el ADN de las células cutáneas.

Se recomienda, evitar el sol todo lo que se pueda y utilizar productos de protección solar que protejan la piel. El nivel de protección de un producto solar se define por su FPS (factor de protección solar), el factor de protección solar (FPS) con respecto a los UV-B (que provocan quemaduras solares), pero también por su poder de protección con respecto a los UV-A (que son más responsables del envejecimiento de la piel, las arrugas, las manchas…)

¿Cómo funciona un producto de protección solar?

El cuidado del sol es una parte esencial de la rutina del verano. Protege de los rayos UVA y previene el envejecimiento de la piel. Sus filtros solares también protegen contra los rayos UVB, que queman la piel y provocan quemaduras solares de diversa gravedad. Lo que también es importante saber es que los filtros químicos llamados orgánicos y los protectores solares minerales llamados físicos no tienen los mismos beneficios.

Los requisitos mínimos de un protector solar:  

– Un producto de protección solar debe tener un FPS mínimo de 6

– Debe proteger contra los rayos UV-A y UV-B

Los índices de protección se ajustan a la siguiente escala:

– Protección baja (SPF 6 a 10)

– Protección media (SPF 15 a 25)

– Alta protección (SPF 30 a 50)

– Protección muy alta (SPF observado SPF50+) por encima de 50.

La protección contra los rayos UVA debe evaluarse de forma independiente, y la protección debe ser al menos un tercio del FPS indicado.

Los filtros solares químicos

Las sustancias de estos protectores solares penetran en la piel con rapidez y facilidad. La mayoría de las veces son texturas agradables y fluidas que no dejan marcas blancas en la piel y no se pegan. Puedes ponerte la ropa justo después de la aplicación sin ningún problema.

Es importante saber que pueden ser irritantes para la piel y los ojos. En el caso de las pieles sensibles y reactivas, se aconseja probar el producto en una parte del cuerpo para analizar las primeras reacciones y no desarrollar posteriormente alergias o irritaciones solares.

Hay que tener en cuenta que los protectores solares químicos tienen un impacto negativo en la ecología y los ecosistemas. Por ejemplo, cuando te bañas en el mar, la crema se evapora en el agua y puede matar las microalgas.

Químicos en resumen

Qué hacen: absorben los rayos UV evitando que sea la piel la que los absorba. 

A tener en cuenta: los protectores solares químicos desarrollan su poder de protección a partir de los 20 y 30 minutos después de su aplicación.

Lo malo: si te bañas en entornos naturales, puede ser contaminante para el ecosistema.

Protectores solares minerales

Su eficacia es excelente. Sus filtros solares protegen la piel desde su aplicación para formar una barrera protectora contra los rayos UV.

Algunas personas no lo eligen porque el protector solar mineral es más grueso y más delicado de extender. Para evitar las marcas blancas, se recomienda extender el producto por zonas, masajeando con movimientos circulares para favorecer su absorción.

La ventaja de estos protectores solares minerales es que son hipoalergénicos. Por lo tanto, son adecuados para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles.

Minerales en resumen

Qué hacen: forman una barrera protectora en la piel contra los rayos UV.

Es bueno saberlo: son más respetuosos con el medio ambiente que los protectores solares químicos.