¿Sabías que uno de cada cinco adultos y uno de cada tres niños no digieren bien la fructosa? Mucha gente no lo sabe. Si bien la intolerancia al gluten o a la lactosa ya están muy arraigadas y la gente es más consciente de ellas, en el caso de la fructosa no es así. La intolerancia a la fructosa puede provocar hinchazón, gases, dolores abdominales e incluso cansancio y depresión.

La mala absorción de la fructosa, como en las demás intolerancias que se conocen, se da porque el intestino no puede metabolizarla bien. No hay que confundirla con la intolerancia hereditaria a la fructosa, una enfermedad rara debida a una deficiencia de una enzima hepática. En este último caso, se aconseja no tomarla bajo ningún concepto, ya que los efectos podrían llegar a ser graves.

¿Cómo saber si tienes intolerancia a la fructosa?

La mayoría de la gente puede asimilar hasta 35 g diarios de fructosa sin sufrir molestias, pero un buen número comienza a sufrir los síntomas cuando esta excede de los 25 g. Hay que tener en cuenta, además, que la fructosa es un tipo de azúcar y que, combinada con otros dulces, sacarosa y refinados de forma constante puede provocar enfermedades irreversibles a largo plazo. Así pues, el problema no es solo la ingesta de fructosa, sino la combinación con otros azúcares.

¿Qué sucede en el cuerpo que padece malabsorción de fructosa?

La proteína encargada de absorber la fructosa no funciona correctamente, está inactiva. Debido a esto, la fructosa no se absorbe, llega al colon y produce dos problemas en el cuerpo:

  • El agua se acumula por osmosis en el intestino delgado y causa diarrea, ya que no se absorbe el líquido sobrante.
  • Las bacterias descomponen la fructosa en el colon y facilitan la creación de ácidos grasos de cadena corta y gases. El resultado son flatulencias, hinchazón abdominal, dolores abdominales y SII (síndrome de intestino irritable).

¿Qué otros síntomas puede provocar?

  • Otro tipo de molestias digestivas y calambres en los casos más graves.
  • Disminución de las defensas: los nutrientes como el ácido fólico y el zinc se asimilan peor.
  • Alteraciones anímicas: cansancio, irritabilidad y tristeza. El intestino no es capaz de absorber el triptófano y formar serotonina, esencial para mantener un buen estado de ánimo.

Estos síntomas dependen en gran medida de la cantidad de fructosa que se ingiere y del nivel de tolerancia de cada persona. Tanto si tienes intolerancia como si no, es importante que estés pendiente de si notas molestias y que pongas límite a la ingesta de dulces:

  • No tomes más de 35 g. de azúcar al día.
  • Ten cuidado con los zumos de fruta (son ricos en fructosa, sobre todo el de manzana, piña, pera y mango.
  • Evita tomar néctares (aún llevan más azúcares).
  • Opta por endulzantes alternativos como la estevia y el sirope de yacón, que no llevan fructosa y endulzan de forma natural.
  • No mezcles en una misma toma dos alimentos con contenido en fructosa. Es mejor que tomes la fruta en pequeñas cantidades y aislada de las comidas principales.
  • El sorbitol y los polioles (xilitol, manitol…) que se añaden a los productos sin azúcar pueden ser muy perjudiciales para tu salud. Lee bien las etiquetas de los productos antes de comprarlos.

Identificar la malabsorción de fructosa es bastante fácil hoy en día, ya que existe un test expresamente indicado para ello: el test de hidrógeno espirado (HBT). Esta prueba determina la concentración de hidrógeno en el aliento que sale de los pulmones. Si es alto, la fructosa no se digiere adecuadamente.

Actualmente no existe ningún tratamiento médico que trate la intolerancia a la fructosa, pero la sintomatología disminuye, como en otras intolerancias, eliminando o disminuyendo su ingesta. Con una dieta saludable y apropiada y estando atent@s a los ingredientes de los productos que consumimos, la intolerancia puede mantenerse bajo control. Entre los vegetales con bajo contenido en fructosa destacan los aguacates y el pepino, y el arroz, la quinoa, los productos lácteos enteros, la carne, el pescado y los huevos se toleran especialmente bien para aquellos que la padecen. Si tienes dudas o eres intolerante a la fructosa, contáctanos y te ayudaremos. 🙂